Cómo funciona el programa en la Unidad Penal N° 15 de Batán que sorprendió al Papa Francisco.
Una mañana de sol, con el pasto en buen estado, las camisetas listas, los árbitros preparados, y los jugadores precalentando. Lo que en apariencia era un escenario común de cualquier partido de rugby, en realidad era mucho más.La cancha, ubicada físicamente entre la ruta y los altos muros de la Unidad Penal Nro. 15 de Batán, contaba con la custodia del personal de seguridad y,adentro del campo de juego, internos de diferentes cárceles que forman parte del programa que propone al deporte como una herramienta de reinserción. El evento en cuestión era el Sexto Torneo de Rugby Seven Intercarcelario que se desarrolló de manera exitosa, y en el que participaron 100 internos en 10 equipos de diferentes cárceles de la provincia de Buenos Aires.Los equipos que se enfrentaron fueron: Catriel (Unidad penal 2 de Sierra Chica), Los Dragones (unidad 6 de Dolores), Los Relámpagos (unidad 7 de Azul),Los Legendarios (unidad 41 de Campana), Los Espartanos (unidad 48 de San Martín), y los locales Oktubre, Paka Paka y ABC de la unidad 15 de Batán.El evento deportivo tuvo, además, un costado solidario con la donación desillas de ruedas realizadas por internos que forman parte de los programas y talleres de oficios que apuntan a brindar herramientas para la reinserción.
UN PROGRAMA QUE SORPRENDIÓ AL PAPA FRANCISCO
Una de las autoridades presentes fue el Director del Penal de Batán, Paulo Vera, que explicó la dimensión de ese torneo: “Es una bendición tener un día de sol como este, porque acá hay una preparación de varios días, con los internos muy entusiasmados y con todo el personal que ha colaborado muchísimo para que todo salga bien”. El valor de este programa Vera lo sintetizó con una anécdota: “Hace un año tuve la oportunidad de visitar al Papa Francisco a partir de esta actividad del rugby”, contó. “Fui con profesores, funcionarios del Poder Judicial, y con internos que participaron de esto cuando estaban detenidos y ahora están en libertad”, detalló el Director de la Unidad 15, y agregó: “En la audiencia con Francisco, la presentación la hizo uno de los internos ya liberado, y él nos fue presentando a nosotros… El Papa, al ver esto, abrió los ojos y dijo “esta es la verdadera integración, porque están todos los actores presentes y entendiendo que nadie es mejor que nadie, y cada uno hace lo mejor que puede desde el lugar que le toca’.Fue muy emotivo ese encuentro”.
RUGBY Y SOLIDARIDAD
Antes de comenzar los partidos, se podían ver cinco sonrisas que resaltaban sobre el resto pero que, en verdad, guardaban también ansiedad. Leo, Rodrigo, Marcelo, Cristian y Juani son internos del Penal que, además de jugar,trabajaron para la realización de los trofeos de este Seven de Rugby.“Todo lo hacemos con materiales reciclados desde los talleres en los que trabajamos”, explicaron. “Trabajamos todos los días y siempre queremos hacer cosas para los demás, porque es la forma en que sentimos que devolvemos algo ala sociedad”, agregan con mucha emoción.Pero no solamente se encargan de los trofeos, ya que también realizan sillas de ruedas, a las que este año han sumado una nueva iniciativa: Sillas deruedas para perros.Leo, uno de los cincos internos, explicó con mucha alegría: “Supimos de una ONG en Capital que trabaja con perritos que no pueden caminar, y automáticamente nos pusimos a armar estas sillas y camillas que hoy estamosdonando, para ayudar a la ONG que hace un muy buen trabajo y para esos perritos que sufren mucho”.
“UN GESTO IMPRESIONANTE”
Con esas palabras describió Cintia, titular de la ONG “Zoobrevivientes”, la iniciativa de fabricar estas sillas de ruedas para mascotas. Además, contó: “Estoes muy necesario porque los carritos son costosos y nuestro refugio tiene muchos gastos de alimentos, veterinarios y alquiler, lo que nos impide conseguirlos”.Los perros discapacitados, según explicó la titular de esta ONG, “son muchos” pero la labor de la ONG se realiza casi en soledad: “Es muy poca la gente que se suma a la causa, por eso esto es un gesto impresionante que me sorprendió muchísimo, sobre todo por el entusiasmo de ellos por ayudar desde adentro de la cárcel, que nos emociona y estamos muy agradecidos”.
UN VERDADERO CAMBIO DE PASO
La Asociación Civil “Cambio de Paso” lleva adelante desde hace siete años esta propuesta que busca inculcar los valores del deporte adentro de las cárceles. Los internos, antes de entrar a la cancha, explicaron: “Esto nos cambió la vida y nos ayudó en muchos aspectos, personalmente y en lo grupal”.Muchos de ellos no habían jugado antes el rugby, pero se abrazaron al deporte una vez adentro del Penal, y aseguran: “Es un deporte que nos gusta yque nos ayuda, porque nos dan ganas de estar bien para cuando salgamos porque queremos demostrarle a la sociedad que cometimos un error, pero que ahora queremos hacer bien las cosas”.
EL HOMBRE DETRÁS DE TODO
El Dr. Esteban Viñas, Juez de la Cámara de Apelaciones y Garantías, es una de las personas fundamentales en este programa que tiene logros impresionantes. Un verdadero apasionado por las leyes y por el rugby, explica con orgullo el sentido que tiene esta filosofía de trabajo en la cárcel: “El programa apunta a brindar una herramienta que ayude a la resocialización, porque nuestra Constitución y la ley de ejecución establecen que, durante la etapa de ejecución de la pena privativa de la libertad, esta tiene por finalidad la reforma y readaptación social del condenado”. Desde allí, Viñas aclara que la finalidad es“que el sujeto adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley con miras a su resocialización, porque se debe lograr la protección de la sociedad y evitar la reincidencia”.“Cuando logro que una persona que fue condenada a pena privativa de la libertad no vuelva a delinquir y se incorpore a la sociedad sanamente, estoy logrando la protección de la sociedad”, dice con claridad y agrega: “Una personaque no delinque es una conducta que genera un bien para la comunidad”. Sin embargo, el Juez asegura que la Seguridad es un tema que no puede llevarlo adelante solamente el Estado: “Los particulares tenemos muchísimo para aportar”, aclara y profundiza: “Hay tres etapas: Pre-delictual, en donde se tiene que ver las causas de por qué alguien llega a caer en el delito, y muchas veces tiene que ver con problemas de desnutrición en su infancia, sumado a falta de educación, salud, trabajo, entre otros aspectos; Luego, está la etapa post-delictual,y es donde se debe investigar el hecho que se cometió; Y finalmente, está la etapa post-intervención de la Justicia, que implica analizar qué hacemos con las personas a quienes los condenaron”.En ese punto es donde se confrontan dos ideas muy opuestas que, según el Dr. Viñas, son: “Una visión meramente punitivista, que entiende que la pena es solamente un castigo y, para quienes piensan así, la cárcel es un centro para alojamiento de los animales que cometieron delitos y desean que se pudran ahí”.Pero la otra mirada, según define Viñas, “es la visión humanitaria, que es la que exige nuestra Constitución, y entiende que la persona que condenada es un ser humano a quien solamente le estamos limitando la libertad ambulatoria, pero tiene derecho a la alimentación, educación, salud, capacitación, tratamiento de sus conductas adictivas, problemas psicológicos, a la formación de su cultura, de su espíritu”.
En ese contexto nació Cambio de Paso, y Viñas define: “Es una asociación civil formada en su mayoría por ex jugadores de rugby que dijimos ‘a nosotros el rugby nos generó individual y socialmente ciertos beneficios’ y eso es porque se trata de un deporte formador de la personalidad, de virtudes humanas y valores,pero además es un deporte que ayuda mucho a la integración social”.“Para generar esto en los internos, procuramos mejorarles su educación, y por eso la primera pata del programa es que les exigimos que vayan a la escuelaprimaria o secundaria”, afirma el Juez Viñas y aclara: “Al que deja la escuela, sale del programa automáticamente, y eso es clave porque la educación les abre lacabeza, les da información y ayuda a la auto determinación, completándose con el deporte y un modo de vida carcerlario diferente”.
SUJETARSE A REGLAS
Según el Dr. Esteban Viñas, todos los deportes y especialmente los de equipo, “tienen un valor muy fuerte adentro de la cárcel” porque, además de mejorar su salud y aumentar la sociabilidad, “les permite la aceptación de normasy el hecho fundamental de sujetarse a reglas”.Y este programa ya tiene resultados a la vista, y el Juez de la Cámara de Apelaciones y Garantías lo cuenta con alegría: “El rugby adentro de la cárcel disminuyó la violencia y el consumo de alcohol, al mismo tiempo que disciplinó y generó espíritu de equipo”.El objetivo de este programa, en verdad, no es formar jugadores de rugbyde excelencia, sino fomentar valores. No obstante, Viñas relata que la final del Seven Intercarcelario fue arbitrada por el reconocido Pablo De Luca quien aseguró ver un gran nivel entre los internos.Pero el real propósito se cumple con creces: “El rugby tiene liderazgo por roles y eso hace que todos se sientan útiles. De esta forma, se cumple con algo que decía el ex juez de la Corte Suprema Zaffaroni, cuando aseguraba que la ejecución de la pena tiene que arrancar por tratamiento humanitario que mejore el autoestima de los internos”, asevera Viñas, y agrega: “El trato como persona y no como animales es fundamental, y se cumple cuando los entrenadores ponen a los internos en círculo y les demuestran que todos son iguales, porque la primera regla es el Respeto y eso es algo que vale oro en este deporte”.
EL PROGRAMA EN NÚMEROS
* 200. Son los partidos que se han jugado en el marco del Rugby en las cárceles, y hay un dato que resalta: Nunca hubo una infracción antideportiva.
* 5. Son los días a la semana que los internos entrenan. Todos los días, excepto jueves y domingos, donde 3 días trabajan con entrenadores y 2 entrenan sólo con sus capitanes, sin que haya problemas de ningún tipo.
* 547. Son los internos que, en siete años, participaron del programa.
* 208 de ellos cumplieron su pena y salieron en libertad. 7 solamente volvieron a delinquir.
* 30 y 40%. Entre esas cifras se ubica el índice de reincidencia en la Provincia de Buenos Aires.
* 4%. Es el valor al que no llega a superar la reincidencia de quienes participan del programa de Rugby en las cárceles.